
Escuché en un programa, una vez, que cuesta mucho dinero crear un ídolo juvenil. Y todo, ¿para qué? para que, con el tiempo, sus fans rompan sus afiches, tiren sus discos a la basura y manden sus recuerdos al carajo.
Muchas bandas de rock, como Nirvana, por ejemplo, no costaron ni un centavo para ser creadas y su música aún tiene vigencia.
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