martes, 16 de diciembre de 2008

¡Qué ridiculez!

En Puerto Rico se dio un caso que una mujer abrió una lata de salsa de tomate y después salió de la cocina.
Cuando volvió, vio algo que parecía una oreja humana en el interior de la lata.
Se llamó a la policía, se presentaron cargos, los abogados decían que "un muerto", que "es un fraude contra la compañía de salsa de tomate", etcétera.
Cuando la supuesta oreja fue envíada a un laboratorio forense, se descubrió la verdad: ¡era un hongo que creció en la salsa de tomate porque la dejaron abierta mucho tiempo!

¡Tenían que ser boricuas! ¡Les aseguró que los forenses todavía deben tener diarrea de la risa!

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