En Puerto Rico se dio un caso que una mujer abrió una lata de salsa de tomate y después salió de la cocina.
Se llamó a la policía, se presentaron cargos, los abogados decían que "un muerto", que "es un fraude contra la compañía de salsa de tomate", etcétera.
Cuando la supuesta oreja fue envíada a un laboratorio forense, se descubrió la verdad: ¡era un hongo que creció en la salsa de tomate porque la dejaron abierta mucho tiempo!

No hay comentarios:
Publicar un comentario