Hace rato vi un programa donde unos eruditos judíos declaraban estar en contra de la versión de la Cábala seguida por celebridades como Madonna y otros que no me voy a molestar en citar. Todas sus críticas giraban en torno a que "esta doctrina estaba en contra del verdadero espíritu de la Cábala". Lo que ellos no notaron, y yo sí noté, es que la versión de la Cábala que criticaban no era más que el equivalente en cuanto a religión de la comida chatarra: un producto de poca calidad creado para sacarle dinero a gente sin criterio.
En lo que sí estoy de acuerdo con esos señores es que, si la Cábala tiene muchos seguidores hoy en día, no es porque la gente desee encontrar verdades espirituales sino porque desea imitar a las celebridades.
Este es un memo para todos los falsos profetas: si desean promocionar sus fraudes, y no tienen una figura intachable y carismática como Jesús de Nazareth para falsear, lo que deben hacer es traer a una figura glamorosa, llamativa y muy popular. Tal vez su vida diste mucho de ser ejemplar, pero en este mundo donde nuestra ignorante especie acepta sin cuestionar todo lo que les dicen los medios de comunicación, eso no va a importar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario