Esta no es una película, es un insulto al público. Se copia de una forma vil y asquerosa de La gran estafa pero sin incluir el carisma, las buenas actuaciones y la buena dirección (para ese género). Las actuaciones no son malas, son PÉSIMAS, están por debajo del nivel de las actuaciones de las telenovelas mexicanas. Aparece Gabriel Soto (no sé quien le dijo a Gabriel Soto que podía actuar). Aparece Fernando Colunga (otro fracasado sin carrera salido del inframundo de las telenovelas mexicanas). También sale un colombiano con el cabello largo al que no le crees ni mierda de su actuación.
Inesperadamente, alguien si hizo un buen trabajo en este película: Ivonne Montero (¡Quién lo diría!).
Lo que más coraje me da es que cuando la estrenaron en Gringolandia las prostitutas sin cerebro de Escándalo TV dijeron que esta película ponía bien en alto el nombre de los latinos. ¡Qué partida de imbéciles!
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