Esta película trata de un agente del FBI que tiene una madre gorda y que se va y no la ve en 3 años y cuando regresa, descubre que se ha convertida en una curvilínea sexómana, que tiene un nuevo novio y detesta a su novio. Esto demuestra que tan bajo han caído las distribuidoras de cine: esta película, en Estados Unidos, fue directo a DVD (y eso que los gringos están poniendo cualquier cosa en los cines y tiene a la favorita de los gringos, Meg Ryan, como protagonista). Esta película es tan mala que no vale la pena verla ni cuando la pasen en televisión.
Esta cinta se va en 90 minutos de chistes acerca del tipo este espiando a su mamá con su nuevo novio.
También es una muestra de hasta donde ha llegado la sequía de ideas en Hollywood: este año ya se estrenaron 2 películas con el mismo argumento. También, a partir de aquí, se puede intuir que las carreras de Meg Ryan y Antonio Banderas irán cada vez más en picada (este último ya dijo que se va de Hollywood, que pretende retomar su carrera en España).
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