Cuando el señor Obama dio su discurso en la toma de posesión, éste era notablemente parecido al discurso de la toma de posesión de Bush: relacionar el Estado norteamericano con Dios, no pedir disculpas por el estilo de vida de los estadounidenses, alardes de que se va a defender la nación, de que se va a defender a sus aliados, etcétera. Las mismas ideas sólo que con palabras diferentes.Eso me da risa porque cuando Obama ganó la elecciones ciertos payasitos como Daniel Ortega y Hugo Chávez decían "¡Qué bueno! ¡Un comunista en la Casa Blanca!" pero Fidel Castro fue el único que se dio cuenta y dijo, más o menos, "El que haya un negro como presidente de los Estados Unidos no significa que las cosas vayan a cambiar... eso de que 'es comunista' fue un invento de los republicanos en un último y desesperado intento por obtener votos" (no les choca que el viejo barbón ese sea el único político en Latinoamérica que usa el cerebro... a mí, sí).
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