
Hace poco me he llevado una de las más grandes decepciones del año.
Cuando me enteré de que la telenovela mexicana Fuego en la Sangre iba a traer a Sofía Vergara, pensé: "Al fin una telenovela mexicana pasa algo decente".
Durante varios episodios miré la puta telenovela esa para ver a Sofía y, cuando aparecía (apareció muy poco), lo hacía usando ropa normal, con unos escotes discretos y la cámara ni siquiera se enfocaba en sus tetazas y su culote sino en la cara de retrasada mental estreñida que ponen todas las que aparecen en telenovelas mexicanas.
Como era un telenovela mexicana no esperaba que saliera desnuda, pero, al menos, pensé que la pasarían a cada rato en hilo dental, en brasier, en minifalda, en disfraces fetichistas, con unos escotes que le llegaran hasta el ombligo o, por lo menos, en unos jeans ajustadísimos.
¡Esa no es la clase de conducta que yo esperaría de una puta telenovela mexicana de mierda que trae a una famosa megachichona internacional en un intento inútil por subir su raquítico rating! ¡Qué vergüenza, señores productores de telenovelas mexicanas! ¡Qué vergüenza!